– Seguro de viajeros
– Transporte en autobus con aire acondicionado, video, asientos reclinables etc.
– Trayectos en ferry
– 9 noches en hoteles de 4* en regimen de Media Pension (desayuno y cena)
– Guía acompañante durante el viaje
– Visitas con guía local

Las Mil Kasbahs… Con este nombre se conoce, en el sur del Alto Atlas, a un recorrido por una serie de fortalezas. Construidas en adobe con torres almenadas y adornos de ladrillo crudo, en ocasiones, son auténticos pueblos fortificados.

Están situadas en un paisaje espectacular en el que el desierto y la montaña se encuentran, conjugando todos los tonos del ocre y el rojo, los ríos crean desfiladeros que se transforman en fértiles valles o en oasis con verdes palmerales.

Si las antiguas Kasbahs seducen con su poder de evocación, el paisaje conmueve por la fuerza de sus contrastes, su luminosidad y el silencio que inunda el alma de paz y sosiego, por lo que esta ruta es una de las más atractivas y solicitadas de Marruecos.

Erfoud, una ciudad construida en uno de los oasis más importantes de Marruecos. En sus cercanías, Rissani guarda importantes monumentos históricos y las ruinas de Sijilmassa, legendaria ciudad medieval que controlaba la principal ruta transahariana.

Las Dunas de Merzouga miden alrededor de 22 km de norte a sur y unos 5 km de este a oeste en la parte más ancha. La duna más alta se halla en el norte, con 884 m de altitud. En medio de las dunas hay varios pequeños oasis en los que sale agua si se escarba un poco. Son las dunas más bonitas de Marruecos, en especial porque cambian de tonalidad a cada segundo: del naranja al dorado y de este al rojo. Aquí se filmó la película «La Momia».

Tinerhir es una importante ciudad enclavada entre el Tafilalet y el Draa. Está construida en terrazas, coronada por la antigua kasbah del Glaoui y rodeada por una colina en el importante oasis del Todgha en el que además de un frondoso y extenso palmeral, hay abundantes olivos, naranjos y otros árboles frutales. Su situación privilegiada, su belleza y su excelente equipamiento hostelero la convierten en un importante punto de referencia en los viajes por la región. Al Norte, dirección Er Rachidia, se halla la salida para la Garganta del Todgha.

Ouarzazate es el punto de partida para excursiones por los valles del Draa, del Dades y del Sous, y hacia Zagora, Erfoud y Tineghir. Ouarzazate es también un importante centro turístico y artesanal. Entre sus lugares de interés encontramos La Kasbah de Taourirt, que en otros tiempos era la residencia del Pachá de Marrakech, o el centro artesanal, que alberga talleres donde se fabrican y comercializan objetos de piedra, cerámica y alfombras.

El Valle del Draa tiene casi 200 km. de largo y, a pesar de ser un clásico del turismo en Marruecos, conserva toda su autenticidad. Los palmerales y los campos cultivados se suceden interrumpidos por la presencia de kasbahs y ksour de adobe. Estos a resguardo de sus murallas, albergan pueblos de arquitectura muy original con sus casas de tejados en terraza, con balaustradas decoradas con arcos.

Llamada “la puerta del desierto”, Zagora es etapa obligada para adentrarse en el profundo sur. El célebre cartel “a Tumbuctú 52 días en camello” se encuentra en esta localidad al final de la calle principal, donde se encuentran la mayoría de los comercios.

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